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NetFlix propone una nueva fórmula de distribución de vídeos, que se añade a las muchas que ya están operativas en Internet y que constituyen en conjunto el sector con más expectativas de crecimiento en la Red. Estamos a punto de que explote el mercado audiovisual en línea, de la misma forma que vivimos hace apenas un año y medio el boom todavía en expansión del vídeo social, gracias a YouTube.
Televisión y cine bajo demanda, redistribuidos a través de redes p2p, exhibidos gratuitamente en forma de trailers, suscribibles en forma de canales: distintas fórmulas con las que captar una audiencia milmillonaria.

La de NetFlix (empresa pionera en la entrega de DVDs por correo postal desde 1998) se dirige al alquiler online de vídeos. Conciente del protagonismo adquirido por Internet como ámbito de negocio, traslada sus servicios a la Red casi dos años después de un primer intento, al parecer frustrado por presiones de las grandes distribuidoras. NetFlix patentó en 1997 el invento del alquiler de vídeos por Internet (hasta ahora lo ha practicado mediante el acceso a su página web, en la que los clientes cursaban su solicitud en un formulario), y los entregaba por correo postal, un sistema que desde siempre quiso copiar Blockbuster, el gigante multinacional de alquiler de vídeos. Ahora se suprime el envío postal, y el alquiler se producirá de forma automática en la misma web con una oferta inicial que supera los 1.000 títulos (un 2% del catálogo total de NetFlix). Los vídeos no se descargan en el ordenador (no pueden pues ripearse a un DVD) sino que se transmiten por streaming, lo cual implica una buena conexión, con unos 3 Mbs para poder disfrutar de calidad DVD.

Link | NetFlix
(Vía | The Wireless Report)